Una de las cosas que más me sorprendieron al llegar a estas tierras cántabras fue que el nivel del mar subía y bajaba, y que tan pronto tenías que andar dos quilómetros para llegar al agua (cuando está en marea baja) como que esta te mojaba la toalla cuando sube…y sube…y sigue subiendo.
Si os pasa como me pasaba a mí que llegué de las tranquilas y calientes aguas del Mediterráneo, os recomiendo que antes de plantar campamento miréis hasta dónde llega/puede llegar el nivel del agua. Lo notaréis fácilmente por el color de la arena y por los residuos que nos devuelve el mar.
Os dejo una foto para que veáis que no exagero. Está tomada en la Playa de Langre, para mí una de las playas más bonitas de Cantabria.
En serio, yo llevo más de tres años y aún alucino de ver como sube y baja el agua, y muchas veces observo como la gente, especialmente los no autóctonos, montan el chiringuito playero a primera línea de playa sin tener en cuenta si la marea está subiendo, bajando o cuándo lo hará. En principio entre una marea de subida y una de bajada pasan unas seis horas.
Para que no os pille el toro, o el agua en este caso, es tan fácil como echarle un ojo a la Tabla de Mareas y guardarte el enlace en tus favoritos del móvil. Aquí te lo paso, selecciona la localidad y tienes datos para aburrir….hasta la temperatura del agua.
Recordad que como cantaría Puturru de Fua si fueran cántabros…”Cuando vayas a la playa, no te olvides…de mirar la tabla de mareas”.
🌅VIVE CANTABRIA🌄 
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