
¿Hay algo más universal que los juegos a lo largo y ancho del mundo? Desde pequeños hasta bien entrada la vejez seguimos jugando, y en cada cultura, país o región tienen sus formas propias y tradicionales de entretenimiento que dicen mucho de su gente, forma de ser e historia.
Dado que este blog está centrado en los usos y costumbres de Cantabria en esta entrada hablaré de los juegos más típicos de su población. Los hay para todos los públicos y edades.
Yo llevo unos pocos años viviendo con ellos (a los cántabros, me refiero), y he podido practicar alguno, ser espectador en otros y en el resto simplemente he buscado información para que lo conocieras.
Antes de empezar me gustaría puntualizar que algunos de estos pasatiempos/deportes son compartidos en la zona norte de España, no solo en Cantabria, sino que los practican también en las vecinas País Vasco y Asturias.
Otras de las curiosidades de algunas de estas modalidades “modernas” de ocio de pueblos y aldeas rurales son que hace años eran trabajos y tareas cotidianas, se necesitan materiales sencillos para su práctica y que servían para medir su fuerza, habilidad y destreza.
Veamos algunos de estos juegos y deportes que aún hoy tienen muchos seguidores y practicantes en la tierruca.
Los bolos
Este es el juego rey de los cántabros y, según dicen en la página web de la Federación Cántabra de Bolos, cuenta con cada día más federados. No creo que dijeran lo contrario, pero bueno.
Existen muchas modalidades, siendo el Bolo Palma el más extendido, aunque también están el Bolo Pasiego (de la zona de la Vega de Pas, de donde proceden los sobaos del que te hablamos otro día), el Pasabolo Losa y el Pasabolo Tablón.

Ni se te ocurra llamarles petanca, bowling o de otra manera que no sea “Bolos”, ya que correrás peligro de ser tumbado como si fueras un bolo.
Para que conozcas más esta disciplina te invitamos a navegar un ratuco por la web de la Federación que cuenta cosas muy curiosas de este juego.
La Rana
Se desconocen sus orígenes, aunque generalmente se asocian a las tabernas y a los bares que tienen las mesas de la rana para disfrute de sus clientes.

Sin embargo, cada vez veo más mesas particulares en las casas de la gente y el otro día unos campistas se la llevaron para jugar ahí. Con lo que ocupan en el coche.
El juego consiste en introducir los discos metálicos en la boca de la rana o en otros artilugios y orificios. Cada jugador dispone de 10 fichas que va lanzando, de una en una y de forma consecutiva, hacia la mesa con el objetivo de introducirlas por la boca de la rana lo que le daría la máxima puntuación o en los otros orificios que tienen distintas puntuaciones.
Una vez finalizado el lanzamiento de las 10 fichas de un jugador se abre el cajón y se contabilizan los puntos con arreglo a las fichas que hay en cada compartimento.

Las palas
Este deporte es el rey y la banda sonora de las playas cántabras, no solo en verano si no cuando el sol hace el mínimo acto de presencia.
De este entretenimiento ya hablamos en otra entrada anterior sobre sus orígenes, reglas y demás curiosidades de este deporte no olímpico, aunque debería por afición y popularidad.
Lo único que has de saber es que las palas pesan lo suyo y que el juego es intercambiarse pelotazos el mayor tiempo posible sin que esta caiga a la arena o le dé al cuerpo del rival. Bueno, también puedes saber más cosillas en esta web dedicada a las palas cántabras.

Yo lo he probado, pero necesito mejorar, soy malo tirando a muy malo, pero me encanta el sonido del impacto de las bolas contra las palas.
Salto Pasiego
Esta actividad, practicada únicamente en el valle del Pas, consiste en hacer el salto longitudinal más largo con un único apoyo de la base de un palo, «palanca» o pértiga.
Los “jugadores” utilizan la vara denominada palu o palancu (de unos dos metros de largo) para desplazarse por un perímetro marcado, brincando al apoyar el palu, de forma que avanzan lo más posible en cada clavada del mismo.

Yo no lo he probado nunca, pero dudo que se me diera bien, ya que el equilibrio no acaba de ser mi fuerte.
Corta de Troncos con hacha o con sierra
Se puede jugar de forma individual o por parejas. Pueden colocarse los troncos en posición vertical para que se corten de lado, o también en ponerse en posición horizontal (para que se sitúe cada concursante con los pies encima del tronco). En esta modalidad, gana quien consigue cortar los troncos en el menor tiempo posible.

Nunca he coincidido en ningún pueblo o festividad que estén jugando a esto, así que no puedo juzgar si es divertido o solo peligroso.
Tiro de la Cuerda
Este sí que lo conoces, ¿verdad? Seguro que has jugado en el patio del colegio a arrastrar al equipo contrario haciéndole pisar/rebasar una raya central indicadora que separa los terrenos de cada uno.
Pues resulta que en Cantabria juegan de manera más PRO con un árbitro/juez de la contienda. Se coloca la soga estirada y en su punto central se amarra un pañuelo, marcándose en el suelo, y en el mismo lugar del pañuelo, una raya que señalará el límite al que puede ser arrastrado cada uno de los equipos sin perder. El equipo que, arrastrado por el adversario, supere la línea central, será el perdedor de la primera tanda. Los equipos cambian de campo con el fin de eliminar las posibles ventajas derivadas de la inclinación o estado del terreno y, en las mismas condiciones se inicia la segunda tanda.

Tiro de palo o al garrote
Otra prueba de fuerza, propio de zonas rurales, que no he visto ni practicado, pero del que hay referencias bibliográficas y en Internet.
Los dos competidores se sientan frente a frente, apoyando sus pies en una tabla de separación, y agarrando un robusto palo o garrote de madera. En el primer encuentro comienzan agarrándolo por los extremos, y en la segunda agarrándolo por el centro. El objetivo de ambas pruebas es tirar del palo o garrote hasta conseguir levantar de su sitio al contrincante.

Carrera de ollas
Mira, este juego/deporte parece divertido. Nacido de la tradición de ir desde la casa a por agua o traer desde el establo la leche ordeñada, esta modalidad consiste en cargar a cada corredor con dos ollas metálicas llenas de 45 litros de líquido (generalmente agua). Cada participante las coge con las manos y debe recorrer un circuito, yendo por un lado de la cuerda y volviendo por el otro. Gana el competidor que realiza el mayor número de largos en un tiempo determinado.

Carrera de belorta
Es la carrera de ollas pero versión cesto de hierba (Belorta). Cada concursante usa su palu o “palanca” para llenar un gran cesto con hierba segada previamente, se lo carga a la espalda y se pone a correr alrededor de un circuito, ganando el que más veces lo haga hasta que acabe el tiempo.

Me lo apunto en la lista, aunque no tengo prao ni jardín.
La Gallibarda
Este pasatiempo consiste en hacer surcos lo más largos posibles en el suelo, desde el hoyo de los contrarios, arrancando tapines (pedazos de tierra). Los jugadores se colocan en un círculo, cada uno sobre su hoyo o «jitu» a una distancia de 1 metro más o menos. El jugador al que le corresponde iniciar el juego lanza la gallibarda hacia su compañero de la derecha que debe golpearla para alejarla lo más lejos posible dentro del espacio de juego. En el tiempo que el gallibardero tarda en ir a buscarla, volver y clavar la punta del palo en su hoyo, los demás jugadores hozan o escarban con sus palos en su «jisu» intentando arrancarle el mayor número de tapines que llevarán, cada uno, a su hoyo. A continuación, pasa a ser gallibardero el siguiente por la derecha hasta finalizar la ronda. Se entiende que es el perdedor aquel al que le falten más tapines o terrones, midiéndose las distancias generalmente por pies.
En el año 2005, Santander acogió una exposición sobre juegos tradicionales de la que podéis ver algunas imágenes y actividades lúdicas de otras épocas.
Desde aquí agradecer al Museo del Juego por ser la fuente de información de muchos de estas formas de entretenimiento y deportes, ya que sin ella este post no hubiera sido posible.
Dicen que “Donde fueres, hay lo que vieres”, así que también podríamos añadir “…y juega a lo que vieres”.
¿Y tú, conocías estos juegos? ¿Hay algún otro típico de Cantabria que se nos haya quedado en el olvido?
Esperamos tu opinión, comentario y/o aportación.
Deja un comentario